¿QUÉ SON LAS VÁRICES Y CÓMO PUEDES PREVENIRLAS?

Empiezan como líneas finas, casi invisibles, que serpentean por las piernas.

A veces son solo estéticas, apenas un tono morado bajo la piel.
Pero con el tiempo, pueden crecer, sobresalir, doler, arder… y convertirse en algo más que un problema visual: una señal de que la sangre ya no circula como debería.

Las várices aparecen cuando las venas, especialmente en las piernas, pierden fuerza y se dilatan, haciendo que la sangre se acumule en lugar de subir de forma normal hacia el corazón.
Las válvulas que deberían empujar la sangre en una sola dirección, fallan.
Y el resultado es esa sensación de pesadez, de piernas cansadas, de hinchazón que empeora al final del día.

No aparecen de un momento a otro.
Son el resultado de tiempo, presión, genética, malos hábitos y sedentarismo.
Estar muchas horas de pie o muchas horas sentado. No moverse. No hidratarse. No cuidar el peso. Todo eso afecta.

Y aunque muchas personas piensan que solo se trata de una “cuestión de edad”, la realidad es que las várices pueden comenzar desde jóvenes, sobre todo en quienes tienen antecedentes familiares o embarazos previos.

A veces pican. A veces duelen. A veces solo están ahí, recordando que algo en la circulación necesita ayuda.
Y si no se tratan, pueden complicarse: inflamaciones, úlceras, coágulos.

Pero no todo está perdido.
Sí se pueden prevenir.
Caminar todos los días. Mover las piernas si estás muchas horas sentado. Elevar los pies al descansar. Usar medias de compresión si tu médico lo indica. Mantener un peso saludable. Comer bien.
Pequeñas decisiones que suman salud con el paso del tiempo.

Y si ya las tienes, no las ignores.
Existen tratamientos, desde procedimientos mínimamente invasivos hasta soluciones médicas más avanzadas.
Lo importante es entender que las várices no solo se ven… también se sienten. Y a veces, el cuerpo te lo está diciendo con cada paso.

Porque las piernas no son solo tu base.
Son tu circulación, tu soporte, tu camino.
Y merecen que las cuides antes de que empiecen a gritar con dolor lo que ahora susurran en silencio.